Por Jorge Luis Hidalgo
Castellanos
El ballet fue encantador. Los movimientos plásticos y
delicados hicieron que el público de una de las mayores ciudades del mundo se
olvidara del bullicio y la lluvia para introducirse en un oasis de ensoñación.
Al reino asiático de la gente que sonríe.
La Embajada Real de Tailandia establecida en la capital
mexicana en 1978 ha venido realizando durante 2015 una serie de actos para
celebrar el 40º aniversario de las relaciones diplomáticas, siendo el más
reciente la presentación de danza tradicional en el Teatro Xola (Julio Prieto)
en la colonia Del Valle de la ciudad de México la noche del sábado 11 de julio y en el Centro Nacional
de las Artes (CENART) en Churubusco la tarde del domingo 12, con el apoyo del
CONACULTA.
La Compañía de Danza Tradicional de Tailandia deleitó a
México con un programa en el que conjugó literatura con baile y música,
mitología con realidad y tradición además de fomentar con su arte la relación
entre dos países: México y Tailandia.
La primera parte del espectáculo se dedicó a la antigua danza
Khon, que originalmente se
interpretaba sólo en la Corte Real. La Compañía de Danza Tradicional presentó un
programa dividido en dos partes con la primera basada en la fantasía propia de
la obra épica El Ramakien, la versión tailandesa de la clásica y antigua
tragedia india El Ramayana. Adapatada para cuatro episodios dancísticos: el
secuestro de la princesa Sita por el demonio Tothsakán; la búsqueda de su amado
Rama y el reclutamiento de un ejército de monos, cuyo líder Hanumán le ofrece
al príncipe: la batalla entre la huestes demoníacas y los simios y el rescate
de Sita, el cuadro refleja la esencia tailandesa.
Esta épica es conocida en la literatura de Iberoamérica pero
no interpretada en danzas como lo hace con un majestuoso vestuario brillante y
colorido, complementado con máscaras, la compañía tailandesa del Departamento
de Bellas Artes que depende del Ministerio de Cultura. Esta parte se desarrolló
en un lapso de 30 minutos con música en vivo y más de 50 artistas que viajaron
desde Bangkok, al otro lado del mundo para
presentarse únicamente en tres lugares del continente americano: Nueva York,
México y Lima. ¡Qué privilegio!
Es la primera vez que un ballet folklórico tailandés de tal nivel y calidad se presenta en la otrora Capital de los Palacios y el motivo ha sido celebrar los 40 años de las relaciones diplomáticas entre México y Tailandia, mismas que iniciaron el 28 de agosto de 1975.
La segunda parte del espectáculo se dedicó durante media hora
a bailes regionales de las cuatro principales regiones del reino tailandés: el
norte, el sur, el centro y el noreste, con expresiones dancísticas que en algún
momento rememoraron compases tropicales de México o Latinoamérica en general.
Un atisbo de cumbia entró por los oídos de los espectadores que plácidamente
seguían los delicados cuerpos de y onduladas manos de las bailarinas
tailandesas moviéndose con una danza de la región de Isán.
El público mexicano pudo complacerse también con un alegre
baile de la sureña región tailandesa con mayoría musulmana, en la frontera con
Malasia, donde afortunadamente las mujeres también bailan, acompañando a los
hombres. La indumentaria de las parejas de bailarines no dejaba duda sobre la
influencia religiosa.
Un duelo de artes marciales, al ritmo de las percusiones,
pareció quebrar la noche de danza cuando un chico atacó al otro con una larga
vara de bambú, que hizo al segundo detenerla con sus antebrazos protegidos de sólidos canutos secos del mismo bejuco. La Danza de los Palos muestra en sus
ejecutantes una habilidad de bailarín y luchador de Muay Thai, el ancestral
boxeo tailandés que todavía practican las fuerzas armadas del reino.
La presentación de la Compañía de Danza Tradicional de
Tailandia es parte del programa de celebraciones que durante 2015 realiza la
embajada de ese reino en México, encabezada por el embajador Surasak Chuasukonthip,
no solamente en la capital de México sino en otras ciudades de la República, entre
los que se encuentran además de los actos culturales, los académicos,
deportivos, comerciales y diplomáticos. ¡Enhorabuena!
Derechos Reservados. Jorge Luis Hidalgo©
Fotos: Po-ngern Rattanachote