Desde Bangkok
Publicado el lunes, 18 de noviembre de 2013, en la Sección Imagen del Diario de Yucatán.
Jorge Luis Hidalgo Castellanos
A largo de la historia la mayoría de los pueblos del mundo en todos los
continentes, incluyendo el nuestro, han establecido ritos y celebraciones para
agradecer religiosamente una buena temporada de cosecha; algo fundamental para
la supervivencia de cada pueblo. Así nació el de Loi Krathong, se dice, en Sukhothai,
antecesora capital de la actual Tailandia, que floreció en el siglo XIII y
cuyas ruinas en la ciudad del mismo nombre son parte del patrimonio de la
humanidad conforme designación de la UNESCO.
Loi Krathong es un festival anual que se lleva a cabo en todo el país
durante tres o cinco días, cuya fecha central es cuando la luna llena está en
plenitud en el decimosegundo mes tailandés, del calendario lunar local que coincide
con noviembre. Es el período en que termina la primera y principal recolección
de arroz –alimento básico de Tailandia y de Asia-, por lo que su población desea
agradecer al Iluminado y a la diosa correspondiente haber propiciado un año con
suficiente agua, elemento fundamental para el

cultivo del arroz y para la vida
en general. En el año 2556 tailandés –de un calendario que inicia con Buda- la
12ª luna llena coincidió con el 17 de
noviembre del 2013 cristiano. La noche de esa fecha lunar todo mundo acude,
preferentemente vestidos con trajes tradicionales, a depositar su ofrenda de
gratitud en el agua de ríos, lagos y estanques, cuyas corrientes las trasladan
llevándose en ellas también la mala suerte o lo negativo que cada ofertante
tuvo durante el año. Es un mérito más en la vida de un budista.
La festividad de Loi Krathong está tan arraigada en Tailandia y otros
países del sureste asiático que profesan el budismo theravada que sus gobiernos
locales, centrales y los organismos de fomento turístico y cultural organizan
una serie de eventos que, dependiendo de la región del reino, presentan
particularidades que las distinguen. Del sur al norte y del este al oeste. En
Bangkok los puntos de reunión son el majestuoso río Chao Phraya con una
procesión de barcas ornamentadas e iluminadas que deleitan la vista de los
espectadores y los principales parques de la capital como el Lumpiní y el Benjasirí,
donde hay lagos.
Otros ejemplos para comprender la importancia de la festividad son los
siguientes: el Festival de Bang Sai Tam Prathip, organizado por el
Real Centro
de Artes y Artesanía en Phra Nakhon, en la provincia de Ayutthayá, ex capital
del reino que con sus vestigios arqueológicos alumbrados enmarca a la gente depositando
sus arreglos (krathongs) en los tres ríos que la cruzan y confluyen allí; el de
LoiKrathonh de Samut Songkhram, festividad con sus tradicionales y sencillos
krathongs hechos de parte de la corteza del tronco del bananero con una vela y
una varita de incienso; el festival de
las velas de Sukhothai que recrea la tradición de Loi Krathong durante el
crepúsculo de la noche de luna llena en la ruinas de la antigua y bella capital
de Siam; la fiesta de Loi Krathong de la provincia de Tak con su desfile de las
8,000 linternas en el río Ping; y finalmente el festival Yi Peng de la norteña
ciudad de Chiang Mai, cuna del antiguo reino de Lanna donde se elaboran linternas
con papel de arroz de diversos tamaños que una vez encendidas se sueltan al
aire en ofrendas que, complementadas con los krathongs acuáticos, deleitan
visualmente a dioses y a humanos.
Este último festival en el norte de Tailandia difiere
de los demás porque el poderoso reino de Lanna, contaba con su propio
calendario, diferente al de su contemporáneo Sukhothai y por supuesto al
cristiano. Conforme a ello, la festividad debía celebrarse en Lanna en su
segundo mes lunar y dado su clima y cultura, se desarrolló el uso de las
linternas, llamadas Khom loi en su idioma local, además de los krathongs.
La población lannense elaboró una gama de linternas:
flotantes (khom loi), colgantes (khom kuaen), portátiles (khom thuea) decoradas
(khom paad) y la singular khom gratai, en forma de oreja de conejo, con los que
se adorna toda la provincia actual de Chiang Mai. Son las antecesoras de los
riesgosos globos elaborados en varias comunidades mexicanas con papel seda o de
China que se elevan con el calor de una vela. Una similitud más entre Asia y América,
que se dio con el gran intercambio iniciado en el siglo XVI. ¡Loi, loi Krathong,
amigos!H
Copyright 2013. Hidalgo© Texto. Fotos: Hidalgo y TAT
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