La Nochebuena del Oriente
Jorge Luis Hidalgo Castellanos
La temporada navideña es importante en el mundo, incluso en la parte no cristiana, como en la mayor porción de Asia, ese continente todavía misterioso y exótico ubicado al oriente de Europa y al occidente de América.
Independientemente del aspecto religioso que da origen a los festejos, no existe país en el mundo que haga caso omiso a esta celebración.
Cierto es que en esas áreas residen muchos extranjeros, sobre todo japoneses, pero también es verdad que las plantas de color rojo que en inglés y algunos otros idiomas se conocen como poinsettias son adquiridas –naturales o sintéticas- por los tailandeses, pues es imposible resistirse a su belleza y a la brillantez de su color.
En lengua náhuatl, los mexicanos llamaban cuetlaxóchitl a la flor de Nochebuena, y aunque utilizadas en las iglesias católicas locales desde el siglo XVII por los franciscanos, se dice que fueron “descubiertas” por Joel R. Poinsett, el primer representante diplomático de EE.UU. en México, quien en 1825 la habría llevado a Washington como regalo navideño.
Es interesante saber que lo que comúnmente se conoce como la flor, en realidad son hojas pigmentadas de la planta, a las que los botánicos llaman brácteas, pues la floración realmente es muy pequeña, semejando botoncitos de color rojo y amarillo que brotan como racimos de los extremos de cada rama y a los que se conoce como cyathia, de poco interés estético si se compara con las largas y coloridas brácteas, las cuales actualmente pueden ser de varios tonos gracias a la tecnología.
En Tailandia, los cristianos, los budistas y los agnósticos disfrutan por igual de la belleza de una flor originalmente mexicana que adorna las casas, hospitales, oficinas y tiendas con sus lindas hojas, aunque no siempre se sepa que proviene de una de las zonas más humildes de un país exótico y muy lejano, al oriente de Tailandia, llamado México.H
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