lunes, 25 de junio de 2012

Antigua cerámica





Publicada: Lunes, 25 de junio de 2012 3:00 am |  Diario de Yucatán - Imagen


Jorge Luis Hidalgo Castellanos


  Las manos entrelazadas y a la vez aflojadas de la pequeña y espigada chica, batiendo suave pero firmemente mis hombros, fueron el epílogo del masaje tailandés de esa tarde. Afuera llovía a cántaros como suele ser en Bangkok la mayor parte del año. Me senté en un sillón, junto al cual estaba sobre una mesita, una taza de té de jazmín. A su lado, un tazón con rambutanes abiertos, listos para degustarse. Ambos servidos en auténtica e inconfundible vajilla de celadón tailandés.

 La celadón es la segunda de las grandes escuelas de cerámica tailandesa, que se caracteriza por su vidriado y el color verde jade, de donde toma el nombre. Si bien hay diversas hipótesis, la más aceptada es que deriva del sánscrito sila (piedra) y dhara (verde), con lo que celadón significaría "piedra verde". En todo caso, es un término europeo dado a lo que en China se llamaba Longquan, de donde proviene, pues se dice que en la provincia de Zhejiang se produce desde hace dos mil años. 


El rey Ramkamhaeng, el Grande la conoció en un viaje oficial a Pekín, e hizo que la importaran a Sukhothai, junto con alfareros que comenzaron a elaborarla en la antigua capital del reino de Siam en el siglo XIII. Al popularizarse la celadón, su manufactura se extendió al norte de lo que ahora es territorio tailandés, incluyendo el reino de Lanna, comenzándose a producir a partir de mediados del siglo XV en Chiang Mai, donde se hace una de las mejores porcelanas celadón.

Sus característicos color y pulido intentan crear artificialmente el jade, piedra semipreciosa que en Asia se cree atrae la buena suerte y la fortuna. De hecho, la cerámica celadón también se produce en otros países asiáticos, destacándose Corea y Japón, de donde son algunas de las mejores y más apreciadas piezas en el mundo, que llegan a ser parte de exposiciones permanentes de museos. 

En el periodo de las dinastías de Goryeo (s. X y XI) y Joseon se inventó la técnica Sangam, que caracteriza a la celadón coreana, o Goryeo Celadón, consistente en tallar las piezas de barro cuando están semifrescas y colocar barro de otro color en los diseños, a manera de incrustaciones, para después vidriarlos, con lo que se obtiene un efecto diferente y único. Entre los japoneses, destacan como fabricantes de celadón desde el siglo XVIII Nabeshima, Kyoyaki y Mokubei.

El proceso de la porcelana celadón implica una doble cocción que permite glasear las piezas con una sustancia hecha a base de ceniza y madera que con altas temperaturas adquiere el color deseado y el vidriado de su textura.
El efecto estrellado no siempre se aprecia al tacto puesto que lo recubre un barniz. Dichas quebraduras se obtienen al contraerse la porcelana y su recubrimiento cuando se están enfriando.


La celadón es una cerámica o porcelana —depende de la definición— fina, resistente y atractiva que sirve de ornato y para vajillas; y aunque    originalmente debe ser verde claro, la técnica ha logrado que se manufacture en otros colores, incluso combinados, lo que da a esta porcelana una belleza sencilla. Comparada con la porcelana benjarong, la celadón es simple en su diseño, pero tan complicada una como la otra en su fabricación, la primera por su detallado diseño y pintado, la segunda por el proceso de cocción que incluye varias etapas. Sin embargo, en cuanto a su uso, la celadón es más democrática y versátil, pudiendo utilizarse todos los días y someterse a trabajo rudo.

El té ayuda a desechar las toxinas que se generan tras un masaje, así que cogí la taza de celadón azulada, sentí su lisa superficie tibia y bebí la jazmínea infusión, escuchando de fondo música para meditar, mientras veía caer la lluvia tropical en este reino.H

Copyright 2012.   Texto: Hidalgo

lunes, 18 de junio de 2012

Títeres de Siam


Los títeres de Joe Louis, de gran valor artístico en Tailandia

Publicada: Lunes, 18 de junio de 2012 3:00 am   Diario de Yucatán |  Imagen

 Jorge Luis Hidalgo Castellanos

El muñeco se endereza y saluda con un wai tradicional -ambas manos en el pecho-, una de las más bonitas costumbres de Tailandia. Es blanco, tiene el torso desnudo y viste un pantalón siamés dorado, con pliegues y adornos con motivos folklóricos. Lleva, sin embargo, una hombrera bordada con hilo de oro, rígida, con terminaciones puntiagudas y levantadas al final de cada hombro, semejando una pagoda, que se prolonga también en el pecho del títere, en forma de triángulo. En la cabeza, un tocado típico del reino, también refulgentemente dorado y terminado en una punta, como las chedis o torres de los templos budistas. Sus larguísimas uñas acentúan el movimiento cadencioso de las manos, dibujando círculos y espirales en el aire. Su figura brilla en el escenario, cuyo fondo oscuro la destaca al mismo tiempo que oculta a quien la maneja y está detrás de la marioneta. 


Entre sus tradiciones artísticas, Tailandia cuenta desde hace siglos con una escuela de marionetas (Hun Thai) que con altibajos ha subsistido a lo largo del tiempo. Existen referencias históricas que indican que en el siglo XVII se presentaban espectáculos con títeres en la corte de Ayutthayá, como lo describe un enviado del rey francés en 1685 y lo confirma un escrito de otro diplomático de Luis XIV en 1707, cuando asistió a una interpretación de marionetas en palacios del rey Narai.

 Existen varios tipos de títeres o marionetas en Tailandia, de diferentes tamaños y la mayoría fabricados de forma artesanal con madera, bambú, papel maché y tela: Hun Krabok, Hun Luang, Hun Yai y Nang Talung (de sombras) —algo también relacionado con el llamado “teatro negro” de Praga—, son tipos de fantoches junto al Hun Lakorn Lek, cuya diferencia con el Hun Yai es la manera en que los titiriteros los manipulan. Este tipo de figurillas fue creado hace más de 100 años por el maestro Krea Sapthawanich, logrando que sus muñecos realicen casi todos los movimientos de un cuerpo humano. Su arte, sin embargo, declinó y casi desapareció hasta que sus enseñanzas y método fueron rescatadas después de la Segunda Guerra Mundial por Sakorn Yangkhiawsod, mejor conocido como Joe Louis.

Joe Louis, quien toma su nombre de una mala pronunciación de Liew, su sobrenombre en tailandés, y del famoso boxeador norteamericano, ganó el Premio al Artista Nacional en 1996. Al tiempo que heredó algunos títeres del maestro Krea, innovó la técnica, que caracteriza a su compañía, cada títere es operado por tres personas para mover las piernas, brazos y cabeza. Estos intérpretes, normalmente vestidos en color negro son expertos bailarines de la danza tradicional Khon, que suele utilizar máscaras y representar a los diversos personajes del Ramakien, el Ramayana tailandés.

Las representaciones del Hun Lakorn Lek son un espectáculo de títeres que bailan con música tradicional thai, en el que los titiriteros ejecutan movimientos similares a los de las marionetas que manipulan. Un ballet.

Actualmente, el Teatro de Títeres Tradicionales de Tailandia de la compañía de Joe Luis es el más conocido en el mundo, entre otras cosas porque su calidad le ha hecho ser invitado a diversos países e incluso ha ganado premios en los mejores festivales internacionales como el de la República Checa, donde Nattayasala Hun Lakorn Lek, como se conoce a la troupe de Joe Louis, obtuvo el Premio a la Mejor Interpretación Tradicional del 10o. Festival Mundial de Arte Titiritera en 2006, en Praga. En esa misma ciudad europea, dos años más tarde y compitiendo contra 25 compañías provenientes de 17 países, los tailandeses ganaron el Premio a la Mejor Interpretación con la puesta en escena de “El Nacimiento de Ganesha”.


La compañía de Teatro de Títeres Tradicionales de Tailandia de Joe Louis fue bautizada así en 2004 por la Princesa Galyani Vadhana, quien patrocina la fundación que se estableció al efecto. Ofrece su espectáculo en Bangkok cotidianamente y en actos especiales o en el extranjero.

Nora, el títere blanco, es de tamaño humano y lo maneja una persona vestida de negro, quien colocada atrás mueve dos bastones que unen sus manos con las de la marioneta, de manera que cada movimiento de Nora es acompañado armoniosamente por el maestro, en un ballet a dúo, suave y rítmico que interpreta una leyenda del sur de Tailandia.
Súbitamente, en medio del escenario iluminado, Nora se detiene, voltea la cara a uno y otro lado, dobla los largos dedos de ambas manos hacia arriba al compás de la música y sonríe, al igual que quien la manipula.H


Copyright 2012.  Texto: Hidalgo

lunes, 11 de junio de 2012

Fina porcelana

Desde Bangkok

Bencharong, la porcelana tailandesa muy exclusiva

Publicada:  Lunes, 11 de junio de 2012 12:15 pm  |Diario de Yucatán  Imagen

   Jorge Luis Hidalgo Castellanos
“Un banquete de reyes” es la expresión que no solamente alude a deliciosas viandas y exquisitos vinos, sino a los utensilios en los que se sirven. La vajilla es determinante en el arte del buen comer y beber, y sin duda la porcelana es uno de los materiales preferidos entre quienes disfrutan ser anfitriones o sibaritas.

Entre las más finas vajillas del mundo están las asiáticas, comenzando por las chinas, que por su alta calidad tanto en su material como en su decoración, son sinónimo de fina porcelana, a grado tal que en idioma inglés vajilla se traduce como “China”, aunque no necesariamente sea un producto fabricado en ese gigantesco país de Asia.
Prestigiadas vajillas también provienen de Japón, más al estilo “Bone China”, caracterizada porque sus piezas son delgadas, resistentes y casi transparentes por su menor espesor.

 La porcelana tailandesa también se cuenta entre las mejores, singularizada por su fina manufactura y su delicado diseño. La porcelana de Tailandia tiene dos grandes escuelas, muy diferentes entre sí en diseño e historia, destacando la Bencharong o Benjarong, cuyo nombre viene de la conjunción de la palabra balinesa benja y la del sánscrito rong, traduciéndose literalmente como “cinco colores”, debido al número y la variedad de colores utilizados en su fabricación.
Realmente el significado debería ser “muchos colores” puesto que normalmente se usan entre 3 y 8, incluso más, con diseños geométricos o florales con fondo de un solo color, generalmente azul, verde o amarillo.
Los diseños de la porcelana Bencharong, con su variedad “Royal Bone China”, dan la impresión de que son tridimensionales, en razón de la técnica con la que se pinta, sobreponiendo los colores y los diseños, lo que hace que cada capa de esmalte tome cuerpo.
La Bencharong es fácilmente identificable por sus diseños, colores, textura y estilo, en el que el dorado es imprescindible y los motivos plasmados suelen ser típicos de Tailandia, con recurrencia en la flora, fauna y la mitología siamesa, como las orquídeas, los elefantes, leones, garuda, kinnari o en símbolos y escudos del reino. Pero el dorado característico no se usó sino hasta que se introdujo el estilo Lai Nam Thong, diseño que se popularizó en el reinado de Rama II, en la primera mitad del siglo XIX. Las piezas de Bencharong original pueden apreciarse en el Museo Nacional de Tailandia.

Este tipo de porcelana se origina en China en la época de la dinastía Ming, de donde habría sido llevada al reino de Siam, lugar en el que comenzó a elaborarse en el siglo XIII para uso exclusivo de la Casa Real, excepción que duro 600 años en los que las vajillas Bencharong solían tener el emblema del soberano.

A partir del siglo XVIII, otros aristócratas y ricos mercaderes pudieron adquirir u ordenar sus propias vajillas de porcelana Bencharong hasta que en la actualidad no existe restricción alguna, salvo el dinero. Pero el precio de las Bencharong no se debe solamente a su origen y tradición noble, sino a la dificultad de su elaboración por artesanos que con precisión, cuidado y cariño diseñan, moldean, dibujan, colorean y cuecen la porcelana.

La porcelana “Bone China” se fabrica usando 50% de polvo o cenizas de hueso (bone) de origen animal, en un método creado por el ceramista Thomas Frye en Londres alrededor del año 1748, posteriormente desarrollado por Josiah Spode también en Inglaterra. El hueso le da la blancura y la resistencia a esta porcelana.

Una vajilla Bencharong de alta calidad requiere de tres meses de manufactura, puesto que es  un solo artesano el que la elabora para dar homogeneidad al diseño y unidad artística a las piezas. Una vez pintadas con esmalte, se someten a un proceso de cocción de más de 800°C durante 10 horas, en hornos especiales, de tecnología japonesa controlados electrónicamente, permitiendo enfriarlos rápidamente para poner más cargas. Con esta técnica llamada protrusión, la industria ha podido reducir los costos y los precios para ser competitiva. Así, cada artesano que elabora porcelana Bencharong en Tailandia es capaz de elaborar solamente cuatro juegos al año, lo que sigue haciendo de ella un producto exclusivo.

Por algo las vajillas Bencharong eran solamente para los reyes ¿Verdad?H

Detalle del diseño Benjarong

Copyrights 2012.  Texto: Hidalgo©          Fotos: ThaiBenjarong

lunes, 4 de junio de 2012

Conmemoración budista


Desde Bangkok

Publicada: Lunes, 4 de junio de 2012 2:16 pm  |  Imagen

Visaka Buchá, un tiempo de reflexión y oración

Por Jorge Luis Hidalgo Castellanos

Coincidiendo con el Jubileo de la reina Isabel II y el eclipse parcial lunar que se apreciará en la costa occidental de Norteamérica y en Australasia, en Tailandia se celebra el 4 de junio, el Visaka Buchá, exactamente y como mandan los cánones religiosos, en el día de la luna llena del mes.

Templo en Camboya
En el budismo Theravada, una de las dos principales escuelas de esta religión que predomina en la parte continental del sureste asiático, se celebra en el sexto mes lunar del año –mayo o junio del calendario Gregoriano-, el Nacimiento, la Iluminación y el Deceso de Siddartha Gautamá, el gran Buda.

La mayoría de los días festivos budistas (wan phra), incluyendo el equivalente al domingo en México, se rigen por la luna, de manera que existen 4 días religiosos por ciclo o mes lunar, mismos que coinciden con las fases de la luna: nueva, cuarto creciente, llena y cuarto menguante. Las principales celebraciones budistas se dan en días de luna llena, establecidos así originalmente para facilitar la cuenta en el calendario local dado que antiguamente en Tailandia y otros países vecinos, la vida se regía solamente por el año lunar, con meses de 28 días.

Al igual que en otras festividades religiosas, el Visaka Buchá conlleva visitas a los templos, llevar flores y ofrendas, escuchar sermones y, primordialmente, orar y meditar. Como parte de los ritos en la noche se encienden velas y se realizan procesiones en las cuales los asistentes dan tres vueltas, con vela prendida en mano, alrededor del principal templo del complejo religioso que visitan, recordando a “el Despierto” y en honor de la triple gema del budismo: Buda mismo, sus enseñanzas (Dhamma) y la vida monástica (Sangha).

Entrada a un templo en Tailandia
Entre todas las celebraciones del Visaka Buchá destaca la de Chiang Mai, en el norte de Tailandia, donde la gente se reune la tarde previa al día festivo en las faldas del monte Doi Suthep, en las inmediaciones de la estatua de Kru Ba Srivijaya, desde donde inicia una procesión al templo que se localiza en la cúspide de la montaña. Como ritual de la celebración de este día festivo se llega a colocar en varios templos de Tailandia una representación de un buda recién nacido a quien se baña en agua bendita. Pero esto no es la esencia del budismo, sino el cuidado del comportamiento humano, basado en un código de conducta de no hacer daño a nadie ni a nada, ética de la que el feligrés debe estar convencido, no obligado.

Por ello, este día se observan con mayor énfasis los cinco preceptos del budismo (Abstención de: destruir la vida; tomar lo que no es dado; mala conducta sexual; falsedad; y tomar intoxicantes) que deberían seguirse en el comportamiento humano diariamente, según el budismo. No son mandamientos, sino un código de moralidad que permite a quien lo practica alcanzar una mejor condición o estadio personal cuando renazca. Sin embargo, dada la influencia de diversos medios y la disponibilidad de productos las autoridades prohiben las bebidas alcohólicas y los bares cierran.

Además de cumplir los preceptos básicos, en el Visaka Buchá los budistas tailandeses guardan vigilia después del mediodía, no visten en colores brillantes, ni usan joyas y perfumes, además de abstenerse de usar sillas o camas mullidas. Tradicionalmente visten de color blanco. Otra manera de celebrar el día es organizar festivales artísticos y hasta desfiles. No obstante queda claro que por tratarse de una fecha religiosa las conmemoraciones se centran en los ritos budistas y la meditación acerca de lo que enseñó Buda, finalmente la Theravada es la escuela budista basada en las “Enseñanzas de los antiguos”.

Budas dorados en Bangkok
La parte medular de las enseñanzas de Buda se concentran en lo que se conoce como las Cuatro Noble Verdades: el sufrimiento o insatisfacción (Dukkha), el origen o la causa del sufrimiento, el cese del sufrimiento y el camino que lleva a la terminación del sufrimiento. Este, sin embargo no debe ser doloroso, pues implica solamente apartarse de lo innecesario para vivir, con rectitud y en paz.

Buda alcanzó la iluminación a los 35 años de edad, falleciendo con 80 acogido por Bo, el árbol sagrado, pero el Budismo Theravada conmemora con fe el nacimiento, iluminación y muerte de Buda en la misma fecha, en el día de la luna llena, del mes lunar indio llamado Visaka.H

Copyright 2012.     Texto y fotos: Hidalgo