lunes, 29 de julio de 2013

Otrora meca del cine

Desde Bangkok

 Publicado: Lunes, 29 de julio de 2013 - 12:19 am En: Imagen, Diario de Yucatán
 Por Jorge Luis Hidalgo Castellanos

En 1948 Birmania se independizó después de haber sido escenario de varias batallas en la Segunda Guerra Mundial. Había sido colonia británica desde 1886 y hasta 1942 cuando los japoneses vencieron al Reino Unido y se estableció un gobierno birmano que más tarde se unió a los aliados. En 1961, el birmano U Thant se convirtió en Secretario General de la ONU, cargo que detentó durante 10 años. El 2 de marzo de 1962 mediante un golpe de Estado una junta militar tomó el poder de su país y en 1989 adoptó el nombre oficial de Myanmar, reconocido por las Naciones Unidas.
  
A principios del siglo XX, en Rangún, la capital de la entonces Birmania, se comenzó a producir películas silentes en el estudio de The Burma Film Company donde se exhibió el 13 de octubre de 1920 el primer largometraje nacional, “Amor y Licor”. Ya en los treinta, las películas eran sonoras y Birmania se convirtió en el Hollywood del sureste asiático. Los artistas deseaban trabajar en los estudios de A1 Film Company pues significaba alternar con lo mejor de la región, una oportunidad de oro para ser vistos en los cines del continente, en suma: el estrellato.

Con la segunda conflagración mundial y la invasión japonesa a Birmania la producción fílmica se detuvo junto con las exhibiciones debido a que varias salas fueron bombardeadas. Renació en la década de los cincuenta, cuando la Academia de Premios nacional se instituyó y permaneció, hasta nuestros días, como la Myanmar Academy Award. En algún tiempo, Universal Pictures brindó asistencia y principalmente material para filmar logrando que Rangún continuara como la capital del cine regional, además de Bombay. Actores tailandeses e indonesios y actrices indias y singapurenses, todos querían ir a Birmania donde se hacían unas 100 películas al año en la época.

El cine birmano, no obstante ser una colonia británica, tuvo poca influencia del cine londinense. Se empeñó en ser auténtico y muy local desde el principio, como se demuestra con “Amor y Licor” y las producciones de décadas posteriores hasta mediados de los setenta, cuando la industria declinó no necesariamente por el régimen militar-socialista que contribuyó a ello con censura y exigiendo guiones adeptos y propagandísticos, sino también porque el cine en general en el mundo atravesó una crisis que se acentuó en Rangún con las sanciones impuestas por las potencias extranjeras, fabricantes de material fílmico, incluyendo cámaras y equipo y distribución de las películas.
Hasta 1988 los cines de la otrora Birmania pertenecían al Estado y al reprivatizarse los exhibidores encontraron poco material y de dudosa calidad. Vieron además complicarse más la situación cuando apareció el videocassette y posteriormente el DVD y sobre todo la piratería que abarca producciones hollywoodenses. Nadie iba al cine. Actualmente existe alrededor de un centenar de salas cinematográficas en Myanmar, de las cuales si acaso la mitad funciona y en general son sucias, con butacas incomodas y mala calidad de la proyección. No existe un solo cine con sistema Surround Sound. Una oportunidad para las cadenas como Cineplex o Cinemex.
La Organización Cinematográfica de Myanmar (Myanmar Motion Picture Organization -MMPO) se esfuerza por relanzar la industria en un país que está comenzando a abrirse y donde los inversionistas ven altas posibilidades de ganancia en todos los sectores. A través del Museo del Cine de Myanmar se mantiene el interés de una población de más de 60 millones de habitantes, lo que significa un mercado nada despreciable que consume ahora lo que tiene, sobre todo en televisión: melodramas y películas de suspenso y terror, géneros socorridos en esta parte del mundo.


Así, de ser la meca del cine en el sureste asiático a mediados del siglo pasado, actualmente en Myanmar no existen estudios cinematográficos, no obstante haber directores y productores que se esfuerzan por filmar en locaciones y adaptando casas para rodar sus escenas. Universal Studios parece interesarse en invertir conjuntamente con la MMPO pero se requiere de apoyo gubernamental y extranjero para relanzar la industria cinematográfica en ese país.


Ojalá en pocos años se pueda nuevamente ver a artistas de todas partes y escuchar en Myanmar: ¡Silencio! !Luces! ¡Cámara! ¡Acción!H

Copyright 2013.  Texto: Hidalgo©  

Imagenes tomadas de otros sitios de internet. 



martes, 23 de julio de 2013

Piñas

Desde Bangkok

  Publicado: Lunes, 22 de julio de 2013 - 12:17 am En: Imagen,  Diario de Yucatán
 Por Jorge Luis Hidalgo Castellanos

Su olfato percibió antes lo que su mirada descubriría un poco más tarde: un fragante y sutil aroma que evocaba de inmediato el trópico. Abrió los ojos y a través de la ventana abierta divisó una gran extensión de terreno con plantas que parecían magueyes. Enfocó con atención y al relacionar la plantación con el olor se dio cuenta que era un piñal.

Para entonces ya estaba en el sur de Tailandia, en la parte angosta de su territorio, la que los locales identifican con la trompa de un elefante, por su forma. Iba rumbo a Malasia y de ahí a Singapur, recorriendo desde el norte la península malaya. 

Las piñas tailandesas en general son pequeñas, como si el tamaño fuera hecho a propósito para concentrar el dulce que las caracteriza. Nunca antes había probado una piña tan dulce y sonrió al recordar que hay quien dice que todo se parece a su dueño y en el caso de los frutos a la tierra y sus nutrientes pero también a la gente que la cultiva y que vive cerca de ellos.

El origen de la piña (Ananas comosus) está en el continente americano, en particular
en lo que ahora es Brasil y Paraguay, donde existían hace siglos o milenios de manera silvestre. Botánicamente se trata de una bromeliácea que de Sudamérica fue llevada a través del tiempo por los indígenas que se atrevían a viajar con los pocos medios existentes en ese entonces a otras regiones del continente incluso hasta Centroamérica y el Caribe, de tal manera que cuando Cristóbal Colón arribo entre muchas de las maravillas que encontró en Guadalupe, una de las islas caribeñas, estaba la “piña des Indies” o naná.

En su preciosa carga Colón llevó en a España algunas piñas. De Europa las carabelas y galeones españoles diseminaron dicha fruta por el mundo pues la llevaban para prevenir el escorbuto común de la época, teniendo como resultado que germinara en aquellos lugares con climas y tierras parecidas a las latinoamericanas. Los españoles introdujeron la piña a las islas Filipinas en el siglo XVI, dominio que administraban desde la entonces Nueva España y que comunicaban a través del Galeón de Acapulco. De Filipinas habría llegado a Guam y de ahí quizá a Hawái, uno de los mayores productores actualmente. Los portugueses a la corte del rey de Siam, Narai, en donde se le llamó sapparod.  

Este fruto recibe diversos nombres: piña, ananas, pineapple y nanás, siendo este último el que algunos estudiosos señalan como el original en idioma guaraní, que significa “fruto excelente”. Sin embargo, en Brasil se le llama abacashí, nombre que deriva de la palabra tupi guaraní abacaxí. Los nativos sudamericanos regalaban el fruto en señal de amistad.

Los ingleses recibieron la piña en 1660 y dado el gusto que los nobles tuvieron por ella empezaron a cultivarla en invernaderos a principios del siglo XVIII. Desde fines del siglo XIV se denominaba “pineappel” a la flor de las coníferas y en 1664 cuando conocieron el abacaxí le llamaron pineapple por su semejanza con el órgano reproductor de los pinos. Con el tiempo y a partir de 1694 se acuñó el término “Pine Cones” para las flores de estos árboles y diferenciarlas de las piñas.

Hay diversas variedades de piñas y especies como la piña de Playón (Ananas bracteatus) con algunas parientes distantes como la pingwing (Aechmea magdalenae), pinguin (Bromelia pinguin) y la piñuela (Karatas plumier).  
      
En América, el polinizador natural en los piñales es el colibrí y también el murciélago como en los agaves Tequilana weber. La polinización obviamente produce semillas, pero cuando se produce a gran escala se requieren frutos con mayor calidad por lo que algunos métodos incluso evitan la presencia de las chupa-rosas como en Hawái, donde existen grandes plantaciones y se prohíbe la importación de estas pequeñas aves, por cierto también de origen americano. En ese archipiélago de EE UU es donde James Dole, que dio origen a la marca que lleva su apellido, tuvo sus primeros piñales con el objetivo de garantizar que toda tienda en su país tuviera piñas enlatadas.

Admirando las plantaciones de piña, desde el tren que va al sur, recordó que en los límites de los estados de Oaxaca y Veracruz en México se ven campos parecidos y se le hizo agua la boca imaginando beber jugo de piña fresco, recién exprimido, a la orilla de la carretera que va a Matías Romero. Se acordó que una planta lleva dos años en producir y que si se coloca la cabeza del fruto al ras del suelo retoña y puede producir un fruto por año.  

Pese a que Hawái produce más de 250 mil toneladas de piña anualmente, solo representa el 10% de la producción mundial. El sureste asiático produce la mayoría de las piñas del planeta y Tailandia es el mayor productor del mundo con 100 mil hectáreas dedicadas a este suculento fruto tropical y exótico. México, Honduras, Filipinas, Dominicana, Costa Rica y China son también grandes productores.

Sintió hambre y en el vagón-comedor ordenó un Mehkong Whisky de aperitivo y Khao op Saparod, arroz y frutos del mar servidos en la mitad de una piña.  –¡Ah! si el Presidente Washington hubiera estado aquí habría gozado su fruto favorito, pensó mientras comía el primer bocado. H

Copyright 2013   ©Hidalgo: Texto

viernes, 19 de julio de 2013

Litoral tailandés

Desde Bangkok

Publicado: Lunes, 15 de julio de 2013 - 12:45 am En: Imagen, Diario de Yucatán
Por Jorge Luis Hidalgo Castellanos
Hanumán es en la mitología indo-asiática un dios. El dios mono. En El Ramayana, antigua obra épica india y su equivalente tailandés El Ramakien, el simpático y enamoradizo dios ayuda a Rama en su lucha contra los demonios para recuperar a la raptada y bella Sita. Hanumán es Andamán, y así se bautizó a un grupo de islas que a su vez dio nombre a su mar.
Visto desde un satélite en el espacio ultraterrestre, el mar de Andamán tiene la forma similar a  la de la isla 
 de Phuket: algo oval, alargada de norte a sur. Sus más de 700 mil km² le hacen ser considerado un mar grande, ubicado en el número 18 de la lista correspondiente de la Organización Internacional Hidrográfica (OIH). Toma su nombre de las islas Andamán, que pertenecen a India y se ubican frente a las costas de Myanmar, la otrora Birmania, al norte del también archipiélago de Nicobar. Sus aguas bañan territorios de India, Myanmar, Tailandia e Indonesia.
Geográficamente, en su lado occidental, Tailandia tiene litoral solo en el sur, un poco antes de un punto cercano a la isla de Phuket, en forma de rodilla de sambar –el venado tailandés-, que hace que su territorio doble hacia el este, adentrándose al estrecho de Malaca. Conforme a su ubicación, casi la totalidad de la costa oeste tailandesa está en el mar de Andamán.
El mar se localiza en la parte noreste del Océano Indico entre la península malaya y la bahía de Bengala con una gran variedad de corales y fauna marina, entre las que se encuentran algunas especies de tortugas, como la carey (Eretmochelys imbricata), la verde (Chelonia mydas), la golfina (Lepidochelys olivacea) y la laúd (Dermochelys coriacea). Coincidentemente especies que se encuentran en México junto con otras tortugas y que realizan viajes transoceánicos y sin fronteras.
El algunas veces llamado “mar de Birmania” también es parte del hábitat del dugong (Dugong dugon), un sirénido, pariente del manatí, que vive en el mar y del que se dice quedan solamente 150 en las casi permanentemente tibias aguas del Andamán, frente a las costas tailandesas. El nombre de este mamífero marino deriva de una combinación de términos tagalo y malayo que significan, ambos, “señora de los mares”, aunque ocasionalmente se le denomine cerdo marino y camello o vaca del mar.
En 1789, la ya colonizada India,  a través de la administración inglesa de Bengala, estableció una base naval y colonia penal en las islas Andamán, para construir más tarde, en 1857, una prisión en Port Blair, la cual dejó de serlo hasta 1947. Algunos le conocían como la Siberia de la India británica. Este archipiélago es el único lugar de India con volcanes activos.
Aunque con poco más de 400 km de litoral en el Andamán, Tailandia tiene sus mejores playas en este mar. El más septentrional de los puertos tailandeses se llama Ranong y es fronterizo con el sur de Myanmar, cerca de Punta Victoria, país que desde el norte comparte paralelamente con Tailandia –casi 2 mil kilómetros– la península de Malaca en el Andamán. Koh Surín es el archipiélago tailandés norteño en el Andamán, seguido por Koh Similian, Phuket, Phang Nga, Phi Phi y Lanta, por mencionar a los mayores.
El sur de Tailandia presenta rasgos culturales diferentes a la mayor parte del reino en el idioma, la cocina y la religión. Con población musulmana y marcada influencia de Malasia –con la que hace frontera-, particularmente en las provincias de Yala, Pattaní y Narathiwat, allí se pueden encontrar playas semidesiertas y poco desarrolladas al turismo como las islas de Trang, entre ellas Koh Hai, Koh Muk con su caverna esmeralda que lleva a una playa interior, Koh Kradan y Koh Libong con su riqueza de aves. Tarutao, escondite de piratas durante siglos, es otro archipiélago tailandés famoso para bucear y el primer parque nacional marino, ubicado en el Andamán a solo 4 kilómetros de la frontera sur.
El mundo no podría imaginar a Tailandia sin sus paradisiacas islas, playas y parajes marinos, justamente ubicadas en el mar de Andamán. Películas y series de televisión han sido filmadas en esa zona del mundo y millares de parejas se han unido en ellas, no necesariamente a través de ritos religiosos. Por algo es uno de los destinos más socorridos de lunamieleros y mochileros.
Interesante es saber que en el generalmente tranquilo mar de Andamán vive uno de los grupos nómadas marinos del mundo: los moken, pescadores locales, de creencias animistas, que pasan hasta nueve meses del año en aguas territoriales de Myanmar e incluso de las islas Surín, en Tailandia, en botes-casa (kabangs) construidos por ellos mismos con madera y bambú. Los moken asentados en el parque nacional de Surín, por cierto, se salvaron del Tsunami de 2004.
Ojalá que de haber otro desastre natural parecido en el océano Indico, Hanumán, como en El Ramakien, se haga un gigante y sirva de puente para salvar a su gente, ayudando a que cruce a tierra firme o para que los habitantes costeños del Andamán suban a las colinas a encontrar refugio. Finalmente, es su mar. El mar de Hanumán. H

Copyright 2013.   ©Hidalgo  Texto & Fotos.

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 Phuket en el Andamán  ( 1o./julio/2013)
Océano letal  (26/junio/2013)


miércoles, 17 de julio de 2013

Contra las minas

 Desde Bangkok



Publicado: Lunes, 8 de julio de 2013 - 12:17 am En: Imagen / Diario de Yucatán.

Por Jorge Luis Hidalgo Castellanos



Visto desde lejos, el elefante renqueaba un poco sin que en realidad se notara lo que le pasaba. Hacia unos meses que andando tranquilamente en la provincia de Tak, cerca de la frontera con Myanmar, había pisado una mina terrestre que al explotar casi le amputó una pata, de los cuartos delanteros.


Imagen: The Bangkok Post

Los veterinarios del hospital de la asociación Amigos de los Elefantes Asiáticos (FAE, por sus siglas en inglés) en Hang Chat, distrito de Lampang, después de varios casos similares –algunos con menos suerte- decidieron probar con la prótesis que junto con otros expertos diseñaron. Y funcionó, por lo menos el animal puede caminar y hacer su vida.

Las minas terrestres antipersonal afectan a todo el mundo. El Salvador en Centroamérica y Camboya y Laos en el sureste asiático con mayor intensidad pues son, el primero el país con más minas per cápita y el segundo el que más material y municiones sin explotar tiene en su territorio. 

En el afán de encontrar avenidas para brindar asistencia a las víctimas de las minas antipersonal, se llevó a cabo recientemente un evento en Bangkok, organizado por el gobierno tailandés con los auspicios de AusAID, la agencia de cooperación australiana y dentro del esquema de las Naciones Unidas. Con el largo título de “Simposium sobre el fomento de la cooperación y asistencia: construcción de sinergias para la implementación eficaz de la Convención sobre prohibición de las minas terrestres antipersonal”, los representantes de varios países, organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales (ONG) escucharon experiencias de asistencia y financiamiento en diversos países y regiones del mundo. Asimismo conversaron sobre las posibilidades de aumentar la cooperación, en sus diferentes esquemas –bilateral, triangular, sur-sur, etc.- y sobre todo la asistencia a las víctimas de las minas. Por cierto que el término “victimas” incluye a los familiares de quienes sufren por haber pisado una mina antipersonal, lo que multiplica exponencialmente su número.

El simposio tiene relación directa con la XI Reunión de los Estados Parte del Tratado sobre la Prohibición de las Minas Antipersonal o Convención de Ottawa que se celebró del 28 de noviembre al 2 de diciembre en Phnom Penh, capital de Camboya.  Recuerda también a Jesús Martínez y Tun Chananareth, salvadoreño y camboyano respectivamente, que sin piernas, como consecuencia de las minas antipersonal, participan activamente como parte de la ahora llamada sociedad civil en actividades que promuevan el desminado y la asistencia a las víctimas.

De 2,556.7 km² de hace pocos años, Tailandia se esforzó para limpiar su territorio pero aun tiene 540 km² con minas terrestres distribuidas en 18 provincias, en su mayoría fronterizas, como en la que el elefante fue atacado. Fue el primer miembro de la ANSEA en firmar la Convención de Ottawa y ratificarla en 1999, convirtiéndose en el estado parte 53 y estableciendo un Centro de Acción contra las Minas.

El simposium valoró la Convención de Ottawa de 1999 del que México forma parte y con el que está comprometido como miembros de la comunidad internacional aunque no haya sufrido las consecuencias de las minas antipersonal. Si algo ha hecho México es no haber fabricado, poseído o utilizado minas terrestre antipersonal. 

Además, complementariamente con la Convención de Ottawa, México da una singular atención a otro tratado, la Convención sobre los Derechos de la Personas con Discapacidad, y ello incluye el respeto de sus facultades y su rehabilitación, materia en la que México puede ofrecer asistencia no solo en América sino a todo el mundo.

En este momento todavía una tercera parte de los países del planeta continúan infectados con minas antipersonal terrestres y municiones o armamento sin explotar, todos enterrados casi  a flor de tierra o en los mares, potencialmente peligrosos para los habitantes de esas regiones y para los visitantes.

 La reunión de junio de 2013 en Bangkok tiene un fuerte significado. El sureste asiático es simbólico en la lucha contra las minas. Camboya, con miles de víctimas donde hace más de 20 años inició el movimiento contra las minas terrestres. Laos con millones de piezas de armamento sin explotar, que recibió desde el aire cuando se bombardeó a su vecino Viet Nam, apenas ha desactivado el 10%.


Tomada de The Bangkok Post

 Al igual que a las personas, algunos países, como Tailandia, tiene personas que dedican su tiempo y esfuerzos a la atención y rehabilitación de los elefantes mutilados por las minas antipersonal. Toda proporción guardada, los elefantes tailandeses, junto con venados, tapires, vacas, leones y otros animales en varios lugares del mundo comparten mucho con la mayoría de las víctimas de las minas terrestres antipersonal: no son sujetos activos de las partes beligerantes. No eran ni son soldados. En el caso de los humanos son gente común –y muchos niños- que se dirigía a sus labores, estaban trabajando en el campo o jugaban cuando tocaron la mina que les cambió o les destruyó la vida.

El mundo debe ser responsable, los países deben cooperar y los que han lucrado o utilizado las minas ser los que más asistencia y cooperación deben prestar aunque ya hayan hecho daño.H

Copyright 2013.   ©Hidalgo  Texto.
 
 
Artículo relacionado:  "Minas antipersonal: un asunto de todos".  19/dic./2011  Ver más en el blog.



lunes, 1 de julio de 2013

Phuket


Desde Bangkok

Publicado: Domingo, 30 de junio de 2013 - 9:03 pm En: Imagen en el Diario de Yucatán
Por Jorge Luis Hidalgo Castellanos
El nombre del lugar evoca calor y trópico, la playa, el exotismo de Asia y un poco de aventura. Sin duda uno de los destinos favoritos de millones de personas cuyo interés en conocerla ha elevado a esta parte de Tailandia a la categoría de los más deseados puntos a visitar del mundo. Se trata de Phuket, exuberante isla del suroccidente del reino, en las costas del mar de Andamán.
Phuket, cuyo nombre derivaría del término malayo bukit se ha desarrollado rápidamente desde hace algunos lustros para recibir al turismo internacional que le visita constante y masivamente durante los 365 días del año. Su aeropuerto internacional, el tercero con mayor tráfico en el país, recibe vuelos de diversas ciudades de Asia, Oceanía, Europa y África, muchos sin escalas y sin necesariamente pasar por la capital del reino.
A diferencia de Cancún, Puerto Vallarta y Acapulco, los turistas que visitan Phuket son, en su mayoría, de nacionalidades diferentes a las que suelen ir a México: del Medio Oriente, australianos, neozelandeses, chinos, iraníes, japoneses y sobre todo rusos y de las ex repúblicas soviéticas. Europeos y americanos –del norte, centro y el sur de este continente- también arriban pero en menor número y en temporadas muy definidas en razón de la enorme distancia y mayores precios, además de que de México hacia el sur existen muchas playas tropicales.
Hay que subrayar, en honor de la verdad, que para los turistas de América la oferta playera en Tailandia no es diferente de la que se encuentra en países de ese continente y la belleza de los lugares si no igual, sí es similar, con el agregado de que el número de horas de vuelo y los precios hacen la diferencia para el turista. México, Belice, Cuba, Dominicana, Trinidad y Tobago, Brasil, Costa Rica, Suriname y Colombia, entre otros, cuentan con maravillosos lugares de playa.
Phuket está, sin embargo, en el sureste asiático, rodeada por el majestuoso océano Índico y cerca de varios países de ancestrales culturas y tradiciones. Viajar a la isla da la posibilidad de visitar otras partes de Tailandia, y otros países de los diez que integran la ANSEA como Camboya, Singapur, Malasia, Laos, Indonesia, Viet Nam, Brunei, Filipinas y Myanmar. Para ello se requiere, no obstante, tiempo y dinero, no tanto por los costos en Asia sino por la lejanía desde las Américas.
De ser una gran isla en el Andamán, con escasa población y mucha vegetación, Phuket comenzó después de la década de los 50 a desarrollar la industria turística. Su pasado minero –productora de estaño– y de puerto de escala de marineros fomentado por los portugueses desde el siglo XVI le dio vida a la isla y dinero a la corona, enriqueciéndola con la presencia de inmigrantes chinos atraídos por el auge mineral. La huella todavía puede verse en el casco histórico de la ciudad de Phuket, localizada en la parte oriental de la isla, más protegida de los monzones y a poca distancia de la parte continental de la otrora Siam. Las casas, palacetes y edificios públicos fueron construidos a partir de 1800 con la arquitectura sino-portuguesa, al igual que Macao y otros lugares de Asia. Sin darse cuenta, ciertas calles pueden hacer que se piense que se está en el barrio de Lapa en Río de Janeiro.
El barrio chino no tiene diferencia respecto de los muchos que existen en el mundo, salvo la fachada de varios de los pequeños edificios que albergan las tiendas. Otra vez se refleja una similitud con Macao y con la brasileña Salvador de Bahía.
Phuket es una isla alargada de casi 50 kilómetros del norte al sur con 543 km² de superficie, ubicada en aguas del mar de Andamán con una población estimada en 400 mil habitantes, cuya mayoría vive de la prestación de servicios turísticos a más de un millón de turistas al año. Está muy cerca de tierra firme, a la que se une a través de un puente de solo 700 metros. Desde Bangkok se puede llegar en cómodos autobuses que cubren el trayecto en aproximadamente 12 horas. Por aire, varias líneas nacionales y extranjeras unen a la capital con Phuket en una 1 hora y 20 minutos, a precios muy bajos si se planea con suficiente antelación el viaje. La isla ofrece hoteles, restaurantes y resorts de todos los niveles y precios en los lugares más frecuentados, particularmente en el litoral occidental donde están las playas y pueblos de Patóng, Karón y Kata. La parte oriental, entre la isla y el continente no tiene playas naturales, pero si hermosos lugares, menos expuestos al oleaje.
Phuket ofrece además de sol y playa –y mucha lluvia de junio a octubre – espectáculos como Siam Niramit y FantaSea, junto con templos budistas, incluso al buda de mármol más grande del mundo, elefantes, mariposario, jardín botánico con orquideario y en la posibilidad de ir a otras islas del Andamán de perfiles montañosos de ensueño y paisajes de película.H

Copyright 2013   Texto & Fotos: Hidalgo©


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