lunes, 25 de abril de 2011

Positiva Actitud

Jardinera privada en la calle con orquideas 
El comportamiento de la población en un país dice mucho de su educación y cultura. Algunas naciones tienen gente más amable que otras y en el caso de Tailandia, su gente se parece a la mexicana por su hospitalidad y alegría.

En algunos aspectos, sin embargo, Tailandia, quizá por ser una monarquía o por regirse en términos generales por los principios del budismo, o tal vez por ambas cosas, muestra comportamientos dificiles de creer que existan en nuestros días, sobre todo porque no son muy comunes de ver en países americanos.

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Civilidad ejemplar  Publicada:  25 abril 2011
Jorge Luis Hidalgo Castellanos


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Sin decir que es mejor o peor que otros lugares y más bien con el único propósito de referir singularidades que llaman la atención, aquí se presentan dos aspectos que ponen de manifiesto la civilidad de la sociedad de Tailandia.
El primero tiene que ver con el sistema de transporte público en Bangkok, en particular el tren metropolitano, el cual, no obstante sus pocas líneas, si se le compara con la ciudad de México, Nueva York, Londres o Madrid es un medio tan rápido y eficiente como el de estas urbes, además de limpio. Pero un detalle lo particulariza, tanto en el metro subterráneo (MRT) como en el elevado (BTS o Skytrain) la forma ordenada y respetuosa en general en que sus usuarios se comportan.
 
Cuando se ingresa a las estaciones, señalizadas en tailandés e inglés, algo que en otros países se olvida de hacer, y se llega al andén correspondiente destaca en el piso del mismo una larga raya amarilla pintada a unos 50 centímetros del filo de la plataforma y se recomienda mantenerse atrás de la misma. Antes de dicha línea de precaución y distribuidas a intervalos a lo largo del andén se pueden ver flechas dobles de medio metro cada una, dentro de su cuadro respectivo, diagonalmente pintadas que indican al usuario dónde debe pararse el pasajero a esperar el tren, de manera que cuando hay muchas personas se forman dos colas de gente en cada extremo de las puertas dobles de acceso a los vagones, las cuales pacientemente esperan la llegada del metro, incluso en las horas pico, y por supuesto que aplican a rajatabla la regla de “antes de entrar, deje salir”. Y generalmente, a pesar del volumen de pasajeros, no hay empujones y pareciera incluso que no se tocan siquiera.
Anden del Skytrain (BTS) de Bangkok

 
Es una forma civilizada de usar los medios de transporte masivo y llama la atención porque, si bien es cierto que no es el único país que cuenta en los andenes de su metro con las señalizaciones, sobre todo en Asia y en naciones más ricas o con mayor nivel educativo de su población, sí es uno donde mejor y más se respetan, lo que realmente indica un alto grado de civilidad y de respeto a las instituciones, reglas y al prójimo, resultado de décadas o siglos de educación transmitida por generaciones, en la casa, la escuela, los templos y en el campo.
 
Es cierto, también se llega a ver gente que no respeta y se planta sobre las flechas que indican la salida de los vagones, enfrente de donde calculadamente estarán las puertas corredizas de los trenes eléctricos, o que se cuela en la fila y que se sienta en los lugares reservados a las señoras —sobre todo embarazadas—, los adultos mayores, los discapacitados  y los monjes, a pesar de tener la señalización gráfica correspondiente, por si acaso se es analfabeta o no se lee el tailandés o el inglés. Ese tipo de gente no es exclusiva de ciertas regiones del mundo ni patrimonio de algunos países y no necesariamente son extranjeros.
 
El segundo aspecto singular a referir es el cuidado de los prados y el respeto generalizado hacia ellos. Los jardines, parques y jardineras que abundan en Bangkok y otras ciudades de Tailandia se mantienen siempre verdes y floridos, a lo que coadyuva en gran parte el clima subtropical del país. Caluroso y húmedo, es ideal para que crezca la vegetación. En varias partes de la ciudad capital, por ejemplo, puede verse jardineras horizontal o verticalmente colocadas —éstas a manera de pequenos jardines colgantes— que alegran la vista urbana y hacen sentir menos la contaminación, por lo menos visualmente. Este tipo de paisaje es común en las avenidas, en los viaductos y vías rápidas y en las múltiples paradas o estaciones de autobuses urbanos.

Flechas que señalan la salida de los vagones

No es nada raro ver una jardinera pública o privada llena de bellas orquídeas de diversos colores y tamaños, tan comunes en Tailandia, de donde incluso se exportan a varios países, entre ellos México, que con el paso del tiempo se mantiene tan bonita como cuando se colocaron, sin que se les corte o robe, dejando lo que era un vergel como un desierto en pocos días. Es realmente sorprendente comprobarlo y quizá una explicación sea que más del 90% de la población tailandesa profesa la religión budista, cuyo segundo mandamiento es “No robarás”.

Algunas excepciones existen, como en todo, y no falta quien corte una flor del jardín más próximo para regalarla o conservarla, para lo cual las autoridades municipales o las empresas dueñas del edificio donde está el prado sencilla y enfáticamente —ingenuamente dirían en otras partes— colocan letreros solicitando “por favor no tocar o recoger las plantas y flores”. Son cosas de la sorpendente Tailandia y nada más, que bien podrían ser tomadan en cuenta en otros lugares.


Copyright 2011.
Texto & Fotos: Hidalgo


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