martes, 19 de abril de 2011

Songkran

Niños mojándo coches y gente en la calle 49 de Sukhumvit
El Año Nuevo tailandés se festeja en abril y parte de la tradición conlleva agua, agua originalmente bendita porque es la que se recoge de las efigies de los budas que son bañados por monjes y creyentes.

Con el transcurso del tiempo, la costumbre salió a las calles y ahora es común que se moje a los transeúntes en casi todas las calles y avenidas del país. Esto rememora la costumbre mexicana del católico Sábado de Gloria, ahora Sábado Santo, en que la gente solía también mojarse, antes de que el agua escaseara en la ciudad de México, por lo menos.

Articulo/Article
Songkran, el año nuevo Publicada:  18 abril 2011


Jorge Luis Hidalgo Castellanos


Una jarra de agua fresca y limpia con flores de jazmín destacaba precediendo al grupo de  empleados tailandeses que entraron a mi oficina un poco después de la hora de la comida. Lejos de ser una manifestación para exigir mejores condiciones de trabajo, mis compañeros venían a desearme un feliz año nuevo (Songkran) y a realizar un ritual budista que originalmente era ofrecido por los niños y jóvenes a la gente mayor, padres, abuelos y maestros; y por extensión a las autoridades y a quienes en la pirámide jerárquica —tan respetada en la sociedad tailandesa— se encuentran en los niveles más altos de la estructura laboral y educativa.
 
Siguiendo ese respeto jerárquico, inició el ritual la empleada mayor y de más antigüedad, Khun Phayao, a quien le sirvieron en una taza de porcelana agua con jazmines del pichel de cristal, invitándome a colocar las manos juntas sobre una bandeja donde vertió el fresco y aromático líquido pronunciando buenos deseos y votos de felicidad y salud. Continuaron todos y cada uno de los empleados, en estricto orden de antigüedad, finalizando con los jóvenes estudiantes que prestan sus servicio social en la oficina.
 
La tradición thai implica que la persona que recibe tales atenciones en reciprocidad baña o moja con el agua de la bandeja a los oferentes, simbolizando una bendición para el año que comienza, por cierto el 2554, de acuerdo con el calendario tailandés. Esparcí algunas gotas de la perfumada agua sobre todos ellos deseándoles alegría, éxito, salud y sobre todo armonía, haciendo una reverencia con las manos juntas en el pecho, un wai.


Las festividades del Songkran que se festejan del 12 al 15 de abril se originan en el budismo, en un ritual en el que los monjes bañan las esculturas o representaciones de buda. La gente del pueblo recoge el agua “bendita” que cae de los budas en los templos para mojarse con ella y purificarse. Este rito derivó con el paso del tiempo y, dado que abril es el mes más caluroso en Tailandia, en la laica y divertida costumbre de mojarse arrojándose cubetadas de agua hasta llegar a utilizar mangueras, garrafones, botellas y artefactos modernos que lanzan el preciado líquido a los transeúntes y vehículos que tienen la suerte de salir a la calle, a tal grado que todo mundo queda empapado. Es, por así decirlo, algo similar a la costumbre mexicana de lo que era el Sábado de Gloria en la Semana Santa católica.


El Songkran se festeja, aunque con diversos nombres, en varios países del sureste asiático, en particular los vecinos de Tailandia, como Camboya, Laos y Myanmar, todos practicantes de la fe budista; la festividad, se dice, guarda paralelo con las que en la India se conocen como Sankrant y Holi, siendo esta última la más parecida. Hay que recordar que hasta 1940 el año en Tailandia iniciaba efectivamente en abril conforme lo marca el calendario solilunar local, pero por cuestiones prácticas —de negocios y burocráticas— se adoptó oficialmente el 1 de enero del calendario gregoriano como el inicio del año, sin dejar por ello de conmemorarse y festejarse el Songkran, fechas que sin duda el pueblo tailandés siente como propio y respeta más, pues las calles de Bangkok están desiertas en estos días, como en la semana del 25 de diciembre al 1 de enero en México, contrastando con el caótico y pesado tráfico vehicular cotidiano. 

Vista aérea de la foto arriba mencionada

Desde la noche del día 12, la gente se prepara en las principales calles de las ciudades y pueblos acumulando agua en toneles, barriles, cubetas, baldes, garrafones de plástico y cualquier recipiente para arrojarla sobre toda persona que pase a partir de los primeros minutos del 13 de abril, en una algarabía que actualmente incluye música de todo tipo, sobre todo moderna a alto volumen y la gente baila y se rocía talco perfumado, con lo que algunos acaban pareciendo figuras fantasmagóricas. Otra variante es untar en la cara y cuerpo talco diluido. 

Esta festividad es nacional, sin embargo la más alegórica y afamada es la que se hace en la norteña ciudad de Chiang Mai, donde durante varios días se festeja en las calles y en el río, con rituales organizados y vistosos. El término Songkran viene de la palabra en sánscrito “sankranta” que significa movimiento o cambio.

Mis colegas se retiraron de mi oficina deseándome un Feliz Songkran (suk-san wan Songkran) aunque algunos dijeron solamente “Feliz Año Nuevo” (Sawatdi pi mai), expresión —me dicen los thais— más apropiada para el 1 de enero, dejando inundado mi despacho de un delicioso aroma a jazmín y buenas vibraciones para 2554; yo, grato y sorprendido, sólo pude decirles: Khob Khun Khab! (Gracias).H


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Texto & fotos: Hidalgo

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