Desde BangkokPublicada: 20 febrero 2012
El barrio chino de Bangkok es de los más grandes e interesantes del mundo nos cuenta Jorge Luis Hidalgo Castellanos en su colaboración en . (1)
Desde Bangkok
Descendientes de China Publicada: 20 febrero 2012
Jorge Luis Hidalgo Castellanos
Tweet |
Hay diferencias entre los tailandeses y los chinos? Sí, en realidad son dos grupos étnicos diferentes. Sin embargo, la actual población en el sureste asiático tiene una amplia porción de sus habitantes con origen en el coloso de Asia.
Vale la pena hacer un breve recuento en este año, dedicado a un símbolo de una de las más antiguas culturas en el mundo que deja sentir su influencia en Tailandia, no solamente en el calendario, como ya lo hemos referido en artículos anteriores, sino en diversas áreas. Por algo el barrio chino de Bangkok es uno de los más grandes e interesantes en el mundo.
Algunas estadísticas –no actualizadas, por cierto– indican que por lo menos 8.5 millones de personas residentes en Tailandia son de China, lo que es igual al 14% de la población de este reino, de casi 65 millones de habitantes. La mayoría –alrededor del 56%- de estos chinos son de origen teochew o chaozhou, provenientes de la provincia de Guangdung. El resto son de las etnias chinas hakka (16%), hainan (11%), guangdung (7%), hokkian o fujian (7%) y otros grupos con menor representación. Se cree que los primeros chinos arribaron al entonces reino de Siam durante la era Sukhothai, con la finalidad de comerciar y aprovecharon su estancia para enseñar su técnica de elaboración de cerámica. Otra oleada de chinos habría llegado en la época en que Ayutthaya había sido establecida como capital de Siam, al sur de Sukhothai, alrededor del año 1350. Los mercaderes de China comerciaban en ese entonces con arroz, medicina, telas y cerámica.
La presencia china llevaba varias generaciones ya cuando se estableció la capital tailandesa en Thonburi, al grado que el rey Taksin, que venció a los birmanos y decidió mudar la capital más al sur del territorio, en las márgenes del río Mekong, era descendiente chino, lo que fue favorable a los comerciantes de ese origen, y se permitió la inmigración de más chinos teochew. Se calcula que en 1825 existían 230 mil chinos en Siam, cifra que para 1910, cuando iniciaba la Revolución Mexicana, había aumentado a casi 800 mil, subiendo 20 años más tarde a representar el 12% de la población total.
En algún momento de la historia, el éxito comercial de los chinos produjo sentimientos que dieron pie a conflictos con otros grupos en Tailandia durante el reinado de Rama IV durante la segunda mitad del siglo XIX e incluso hasta 1932. Con el rey Chulalongkorn (Rama V) se decidió establecer un registro poblacional que incluyera a los extranjeros en el reino. Como parte del grupo forastero residente, los chinos fueron obligados a realizar el servicio militar y se impuso limitaciones laborales a todos los extranjeros, prohibiéndoles llevar a cabo ciertas tareas o dedicarse a algunas profesiones, entre ellas la de cultivar arroz.
A partir de la década de los años 70, se otorgó la nacionalidad tailandesa a los chinos nacidos en territorio nacional y un poco más tarde se les dio la oportunidad a aquellos nacidos en China y residentes en Tailandia a naturalizarse.
Así, la influencia de los chinos en Tailandia es tal, que prominentes familias son realmente de origen chino, entre ellas los Sophonpanich y Lamsum, propietarios de los bancos Bangkok Bank y Kasikornthai Bank, respectivamente; industriales como Vikrom Kromdit; y varios políticos, entre ellos los ex Jefes de Gobierno Kugrit Pramote, Banhan Silpa-archa, Thaksin Shinawatra, Chuan Leekpai y nada menos que la actual Primera Ministra, Yingluck Shinawatra.
Por cierto, y para conocer más sobre la influencia china, en 2011 vio la luz un libro titulado “China Engages Latin America. Tracing the Trajectory”, primera publicación en inglés desde una perspectiva académica de nuestra región. El libro es coeditado por Adrian H. Hearn y José Luis León Manríquez, este último profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), egresado de la UNAM, con doctorado en Columbia University, ex diplomático y estudioso de Asia, que ha sido profesor visitante en varios lugares entre ellos la Universidad de Guadalajara. Se trata de una compilación de ensayos de diversos autores anglosajones, chinos e iberoamericanos especialistas del tema que brindan enfoques diversos para poder comprender a China desde sus relaciones con América Latina y el Caribe, en una época en la que el gigante asiático se perfila como una potencia mundial. Vale la pena leerlo.
Tailandia ejemplifica la relevancia de los chinos fuera de su país, contribuyendo a su crecimiento, como también lo hacen en el vecino Belice y tal como los mexicanos trabajan para la prosperidad de EE UU. No se debe tener miedo a los extranjeros pues en su mayoría favorecen el desarrollo con su labor.H
Vale la pena hacer un breve recuento en este año, dedicado a un símbolo de una de las más antiguas culturas en el mundo que deja sentir su influencia en Tailandia, no solamente en el calendario, como ya lo hemos referido en artículos anteriores, sino en diversas áreas. Por algo el barrio chino de Bangkok es uno de los más grandes e interesantes en el mundo.
Algunas estadísticas –no actualizadas, por cierto– indican que por lo menos 8.5 millones de personas residentes en Tailandia son de China, lo que es igual al 14% de la población de este reino, de casi 65 millones de habitantes. La mayoría –alrededor del 56%- de estos chinos son de origen teochew o chaozhou, provenientes de la provincia de Guangdung. El resto son de las etnias chinas hakka (16%), hainan (11%), guangdung (7%), hokkian o fujian (7%) y otros grupos con menor representación. Se cree que los primeros chinos arribaron al entonces reino de Siam durante la era Sukhothai, con la finalidad de comerciar y aprovecharon su estancia para enseñar su técnica de elaboración de cerámica. Otra oleada de chinos habría llegado en la época en que Ayutthaya había sido establecida como capital de Siam, al sur de Sukhothai, alrededor del año 1350. Los mercaderes de China comerciaban en ese entonces con arroz, medicina, telas y cerámica.
La presencia china llevaba varias generaciones ya cuando se estableció la capital tailandesa en Thonburi, al grado que el rey Taksin, que venció a los birmanos y decidió mudar la capital más al sur del territorio, en las márgenes del río Mekong, era descendiente chino, lo que fue favorable a los comerciantes de ese origen, y se permitió la inmigración de más chinos teochew. Se calcula que en 1825 existían 230 mil chinos en Siam, cifra que para 1910, cuando iniciaba la Revolución Mexicana, había aumentado a casi 800 mil, subiendo 20 años más tarde a representar el 12% de la población total.
En algún momento de la historia, el éxito comercial de los chinos produjo sentimientos que dieron pie a conflictos con otros grupos en Tailandia durante el reinado de Rama IV durante la segunda mitad del siglo XIX e incluso hasta 1932. Con el rey Chulalongkorn (Rama V) se decidió establecer un registro poblacional que incluyera a los extranjeros en el reino. Como parte del grupo forastero residente, los chinos fueron obligados a realizar el servicio militar y se impuso limitaciones laborales a todos los extranjeros, prohibiéndoles llevar a cabo ciertas tareas o dedicarse a algunas profesiones, entre ellas la de cultivar arroz.
A partir de la década de los años 70, se otorgó la nacionalidad tailandesa a los chinos nacidos en territorio nacional y un poco más tarde se les dio la oportunidad a aquellos nacidos en China y residentes en Tailandia a naturalizarse.
Así, la influencia de los chinos en Tailandia es tal, que prominentes familias son realmente de origen chino, entre ellas los Sophonpanich y Lamsum, propietarios de los bancos Bangkok Bank y Kasikornthai Bank, respectivamente; industriales como Vikrom Kromdit; y varios políticos, entre ellos los ex Jefes de Gobierno Kugrit Pramote, Banhan Silpa-archa, Thaksin Shinawatra, Chuan Leekpai y nada menos que la actual Primera Ministra, Yingluck Shinawatra.
Por cierto, y para conocer más sobre la influencia china, en 2011 vio la luz un libro titulado “China Engages Latin America. Tracing the Trajectory”, primera publicación en inglés desde una perspectiva académica de nuestra región. El libro es coeditado por Adrian H. Hearn y José Luis León Manríquez, este último profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), egresado de la UNAM, con doctorado en Columbia University, ex diplomático y estudioso de Asia, que ha sido profesor visitante en varios lugares entre ellos la Universidad de Guadalajara. Se trata de una compilación de ensayos de diversos autores anglosajones, chinos e iberoamericanos especialistas del tema que brindan enfoques diversos para poder comprender a China desde sus relaciones con América Latina y el Caribe, en una época en la que el gigante asiático se perfila como una potencia mundial. Vale la pena leerlo.
Tailandia ejemplifica la relevancia de los chinos fuera de su país, contribuyendo a su crecimiento, como también lo hacen en el vecino Belice y tal como los mexicanos trabajan para la prosperidad de EE UU. No se debe tener miedo a los extranjeros pues en su mayoría favorecen el desarrollo con su labor.H
Texto: Hidalgo
No hay comentarios:
Publicar un comentario