lunes, 16 de enero de 2012

Singular casa

Desde Bangkok

La casa de Jim Thompson       Publicada:  el 16 de enero de 2012 en el Diario de Yucatán. 

 Jorge Luis Hidalgo Castellanos

 Es una casa de cuento. Exactamente como se imagina un extranjero una vivienda bucólica típica del sureste asiático. Es de ensueño y está ubicada en plena corazón de la abigarrada Bangkok.  Es la Casa Jim Thompson, en si misma un museo.

Jim Thompson es una institución en Tailandia por los productos de seda que llevan su nombre, ahora como marca registrada. Camisas, corbatas, sarongs, vestidos, batas, pañuelos y pañoletas, bolsos, almohadas, muñecas y todo producto de preciosa seda tailandesa (Thai Silk) son elaboradas bajo la prestigiada Jim Thompson,  sinónimo de calidad y buen gusto en todo el mundo.

Arquitecto, formado en las mejores universidades norteamericanas, Jim provenía de una rica familia de Estados Unidos. Llegó a Tailandia para trabajar en la Embajada estadounidense al término de la Segunda Guerra Mundial y decidió permanecer en Tailandia, donde fundó una empresa textil de seda local, fibra que alguna vez había sido ya afamada en estas tierras y que a mediados del siglo XX había caído en el olvido, no obstante ser, según comentarios de estudiosos y expertos en la materia, un material producido en Siam antes que en la propia China, de donde Marco Polo la habría llevado a Europa, dándola a conocer a todo el mundo e iniciar el comercio de tan noble fibra.

La famosa Casa de Jim Thompson en Bangkok, ahora convertida en museo, se ubica en las márgenes de un gran canal, justo enfrente de una barriada popular donde varias de las hiladoras de seda vivían, lo que le permitía a Jim supervisar directamente los trabajos.

  
 La mansión se construyó en una hectárea de terreno a donde Jim hizo traer seis casas de  madera de teca –común en ese entonces en los bosques tropicales de la región- de diversas provincias de Tailandia, en particular de Ayutthaya y Bangrua. Son casitas típicas tais, de tablones oscuros, algunas centenarias, que él hizo unir de tal manera que cada una se destinó a ser una habitación de la casa: la sala, el comedor, el estudio, su recámara y dos dormitorios para huéspedes. Las colocó del modo tradicional en el sureste asiático, sobre palafitos, haciendo aprovechable la parte inferior de la residencia y diseñó escaleras internas que contrastan y complementan a las que las casas tailandesas tienen en el exterior. El resultado es una casa bien dividida, ventilada y cómoda la que enriqueció añadiendo una decoración ecléctica de buen gusto, en la que se aprecia parte de la colección de arte sacra budista y asiática en general que Jim Thompson reunió desde que llegó a esta zona del mundo, junto con candeleros y obras europeas. El comedor, por ejemplo, y a diferencia de la costumbre tailandesa de comer en el suelo, sobre una estera o tapete, cuenta con dos mesas chinas del siglo XV que unidas dan lugar a seis comensales para degustar las viandas en una finísima vajilla de porcelana china (de ahí el nombre en inglés de las buenas vajillas: Chinaware) que en México semejaría –toda proporción y respeto guardados- a la talavera poblana, en blanco y azul.  

 La casa está rodeada de tupidos jardines con diversas flores, estanques y altos y viejos   árboles que refrescan el ambiente de la calurosa capital con un lugar reservado para la consabida casa de los espíritus. La casa actualmente tiene una tienda Jim Thompson, sobre la que está una galería de arte que presenta exposiciones itinerantes. Además, los visitantes pueden refrescarse y degustar la gastronomía tai en el restaurante de la cadena del mismo nombre, que el conglomerado heredado por Jim tiene en diversos lugares.


La casa Jim Thompson es fácil de localizar en la gran capital tailandesa, basta tomar el tren elevado (Skytrain-BTS) y bajar en la estación National Stadium, de donde los letreros señalan hacia dónde dirigirse y, una vez en la calle, se camina una cuadra hasta la entrada principal. Es una parada obligatoria muy agradable, incluso si tiene poco tiempo.H




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Texto & Fotos: Hidalgo

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