Jorge Luis Hidalgo Castellanos
Los años son ciclos que inician a veces con bríos, otras con pesimismo dependiendo de lo acontecido en el anterior, pero en general siempre con expectativas positivas. Se tiene la esperanza de poder recomenzar e intentar mejorar las cosas. Los años pueden comenzar en diferentes fechas o meses, dependiendo del calendario que se siga en un determinado lugar, pues si bien es cierto que el calendario gregoriano es universal, varios pueblos, particularmente en Asia se rigen por otros calendarios.
La serpiente es un ser real y mítico que siempre ha estado asociada a las grandes culturas, en general deificada y en las que ha tenido un significado ambivalente. Puede simbolizar el mal y la seducción pero también la determinación y la protección. En el budismo significa renacimiento, en alusión al cambio de piel de la serpiente y aparece en las escalinatas de los templos tailandeses y jemeres como guardianes. Varias creencias derivan de ella. Se dice que una se convirtió en hombre para ser monje y a partir de entonces para ordenarse se les pregunta a los novicios si son seres humanos. Las mujeres que sueñan con serpientes encontrarán al amor de su vida. La serpiente de siete o cinco cabezas, formando una especie de sombrilla con ellas, protegió a Buda de la lluvia y el sol cuando meditaba bajo el Bodhi antes de alcanzar el Nirvana.
En la astrología asiática, de alguna manera la serpiente está relacionada con otros signos zodiacales como el dragón, en cuyas características físicas que son una mixtura de animales, se ve mucho de reptil. Asimismo, en el zodiaco chino cada uno de los doce signos que rige por un año y no por un mes, pertenece a uno de cinco elementos: metal, tierra, agua, madera y fuego, dependiendo del año. El de esta época corresponde al agua.
Lo anterior encaja perfectamente en Tailandia, donde la serpiente tiene mucho de acuática por las características propias del reino, en cuya tradición cultural la serpiente, Naga, es la deidad del agua. Aprovechemos su año.H
Copyright 2013. Texto: Hidalgo
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