lunes, 13 de junio de 2011

Santuario

Detalle hinduista del Santuario.
A menos de dos horas de Bangkok, en el litoral tailandes se encuentra una pequena poblacion llamada   Naklua,  cerca de la popular y conocida Pattaya en el distrito de Chonburi.  En esa villa, enclavada en la zona conurbada del mas popular centro vacacional y recreativo del pais se ubica el Santuario de la Verdad, gigantesca edificacion de madera que deslumbra por su estilo eclectico y localizacion: sobre la playa frente a las aguas del historico Golfo de Tailandia.

Santuario: Vista desde la entrada principal.


Desde la parte alta, por donde se ingresa al complejo del santuario, la vista de la construccion recuerda alguna escena de pelicula asiatica cuya trama se desarrolla en la epoca medieval, aunque tambien Hollywood refleja escenarios similares en megaproducciones filmicas de fecha o cultura indefinidas o resultado de la imaginacion.





Acercamiento al techo de la nave oriental.


Less than 2 hours far away from Bangkok going East, to the coast, one can find a small village close to Pattaya, called Naklua, in the Chomburi District. Over there, as part of the metropolitan area of Pattaya, is located the Sanctuary of Truth, a wooden-made megabuilding that wonders to the visitors because of its eclectic architectural style as well as the place where it is erected: in front to the waters of historic Gulf of Thailand.


The view from the main entrance to the Sanctuary complex -150 m. above the sea level- is impressive and reminds scenes of an Asian movie depicting a medieval story, although it also could have been taken from any mega-production made in Hollywood of a non-determined age or culture script or a fiction story. 








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Santuario de la Verdad  (13/jun/2011).


 EL SANTUARIO DE LA VERDAD. 
La fuerte lluvia que cayó durante todo el trayecto desde que salí de Bangkok con rumbo al este, hacia Pattaya, no evitó que saliese el sol al llegar al litoral, en la parte norte del Golfo de Tailandia para descubrir desde lo alto, a unos 200 metros sobre el nivel del mar, el majestuoso santuario enmarcado por el mar.
Frente a mí, después de la exuberante maleza, estaba una imponente construcción de madera oscura que puede parecer un templo o un palacio, quizá la mezcla de ambos. Es el Santuario de la Verdad (Wang Boran, Prasat Mai o Prasat Sut Ja-Tum) en Naklua en el distrito de Chomburi, que comenzó a edificarse en 1981 a iniciativa del empresario tailandés Lek Viriyaphant y se espera sea completada en 2025, lo que no es seguro dado que el material utilizado requiere de constante mantenimiento y reparación como consecuencia del clima y los insectos que afectan la madera pese al tratamiento al que se le somete para durar más. Varios trabajadores y artesanos laboran diariamente en el santuario, por lo que hay quien lo compare con la inacabada catedral de la Sagrada Familia de Barcelona. Por si acaso, al visitante se le obliga a usar un casco de construcción que exima de responsabilidad a sus administradores, puesto que los 250 obreros no paran labores cual abejas en un panal.
El edificio tiene cuatro gopuras o naves, con una extensión de 100 m cuya máxima altura en su parte central alcanza los 105 m. Se localiza exactamente a la orilla del mar, después de un acantilado desde el que se desciende por una escalinata de madera con cuerdas de sisal como pasamanos para ingresar al santuario. Antes de descender, un buda y diversos altares reciben a los visitantes, envolviéndolos en un ambiente espiritual propicio que poco a poco logra que el mundo vano y superficial se olvide momentáneamente.

Estatuas y elefantes en el Santuario

 El santuario sigue el estilo arquitectónico jemer, parecido -y toda proporción guardada- a Angkor, y todo el templo está decorado con motivos budistas e hinduistas; figuras, estatuas, alto y bajo-relieves y grabados en distintos tipos de madera, destacando la de teca, otrora abundante en las selvas siamesas. Cada remate de los techos es una figura divina o mitológica de Tailandia, India, China o Camboya que recuerda la parte espiritual del ser humano y su tradición cósmica. El símbolo tailandés por excelencia, el elefante, no falta en las paredes, artesonado, columnas o techos del santuario y algunos paquidermos vivos deambulan en los alrededores como parte de recorridos que se ofrecen al turista.

Bajo la premisa de que desde la Guerra Fría a la fecha el mundo ha estado bajo la influencia de la llamada civilización occidental acentuada por el materialismo y la devoción a la tecnología y que el ser humano se ha alejado de sus ancestrales valores dejando a un lado la espiritualidad, arropándose en el egoísmo, el Santuario de la verdad se concibió como un refugio que no se limita a una sola religión o filosofía y que a través del arte rinde tributo a los siete creadores si los cuales el hombre no podría haber nacido ni existido: Cielo, Tierra, Madre, Padre, Luna, Sol y las Estrellas, todos comunes a los ancestrales ritos budistas, hinduistas y otros elementos filosóficos.

 A decir de los encargados del Santuario de la Verdad, su finalidad es utilizar el arte y la cultura como “un reflejo de la antigua visión de la tierra, el conocimiento ancestral y la filosofía oriental. En el complejo del santuario se puede comprender la vida antigua, la responsabilidad humana, el pensamiento básico, el ciclo de la vida, la relación de ésta con el universo y el objetivo común que conlleva a la utopía”.  

Extremo de una de las naves del santuario, de estilo hindu.

El Santuario de la Verdad puede parecer una megaobra ostentosa, pero de algo se debe estar seguro, es impresionante y conmueve su eclecticismo y dedicación, sobre todo cuando se recuerda que está ubicado en Pattaya, lo que alguna vez –y todavía en cierto nivel- fue el lugar de recreo y diversión de los combatientes extranjeros en Vietnam y otros lugares del Sudeste Asiático. Los caminos al Nirvana están muy cerca de quienes se encuentran en la oscuridad, a veces es sólo una cuestión de enfoques.H


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