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| Circulando en Av. Sathorn, distrito financiero de Bangkok |
Vale la pena usar el tuk tuk al menos una vez en la vida, de manera que nadie le cuente qué se siente circular por las calles de este país asiático en semejante vehículo abierto, que puede ser una solución a los problemas viales de las megaurbes.
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| También con carga. Varios alimentos thais |
It worth to take a ride in a Tuk-tuk and have the experience by yourself, riding through the streets of one of the main Asian cities. Tuk-tuks could be a solution for megacities around the world, isn't it?
Publicada: 27 junio 2011
La calle silenciosa en ese día de 1963 y a esa hora de la mañana se vio interrumpida por el ruido de una matraca motorizada que cada vez se acercaba más a la Baan donde vivía Gabriel desde su arribo a Bangkok.
Él despertó y se asomó por la ventana y fue entonces que descubrió el triciclo motorizado que pasaba llevando tres personas en la parte trasera bajo un sencillo toldo que les protegía de la incesante llovizna. El vehículo se alejó y Gabriel pudo oír todavía durante minutos el tuk-tuk-tuk-tuk-tuk del pequeño motor de ese invento que se había introducido en Tailandia.
La escena anterior podría reflejar lo que hace casi cinco décadas sucedía en la capital tailandesa cuando se comenzó a utilizar este medio de transporte que revolucionó la ciudad e hizo que con el paso de los años se convirtiera en algo tradicional en este país, el Tuk-tuk tailandés.
Si bien es cierto que este tipo de vehículo no es exclusivo de Tailandia y se puede encontrar en otros países —no solamente de Asia—, como en Belice, cerca de México y exactamente en la frontera para cruzar el puente sobre el río Hondo, por ejemplo.
El uso en el país de las sonrisas es extendido y se ha convertido en una tradición que los turistas extranjeros buscan en cuanto llegan. Lamentablemente no se puede tomar uno en el moderno y gigantesco aeropuerto internacional de Suwanapúm (Suvarnabhumi) pues está muy lejos de la ciudad y los tuk-tuks normalmente hacen recorridos cortos y no son muy seguros para la autopista.
Se dice que el primer triciclo con motor en Tailandia fue importado desde Japón —desde donde se siguen importando varios automotores— hace más de 50 años. Fabricados por la empresa Daihatsu, cuya marca aparecía en letras mayúsculas en la parte trasera del pequeño vehículo. Más tarde, al comenzar a fabricarse nacionalmente, el nombre de la marca fue cambiado por la palabra Thailand en inglés, que es como muchos tuk-tuks todavía la presentan, en letras metálicas y plateadas, como una marca registrada.
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| Para 6 pasajeros, de un Condominio |
Existen más de cinco fabricantes de tuk-tuks en Tailandia, con precios que oscilan entre 95 mil y 150 mil bahts (alrededor de cinco mil dólares). Tienen un pequeño motor a gasolina de dos ciclos y un poco más de 500cc con tres cilindros en línea y alcanza, según dicen, los 70 kilómetros por hora. Están diseñados para llevar de dos a cuatro personas y abiertos completamente aunque con techo. Normalmente están pintados de colores brillantes y llamativos y se usan como taxis sobre todo en las zonas turísticas del país, pero no exclusivamente puesto que varios edificios de departamentos, tiendas y restaurantes ofrecen el transporte gratuito a los moradores o clientela para ir a sitios cercanos, incluyendo estaciones de metro o de autobús. Estos tuk-tuks suelen ser más largos, de mayor cupo y menos vistosos.
Originalmente llamados así por el ruido que emitían, actualmente los tuk-tuks son más silenciosos e incluso hay los que se mueven con electricidad o energía solar, claro que son los menos pues su costo de producción continúa siendo poco competitivo aunque es una viable opción para el cuidado del medio ambiente. Otra ventaja para lugares como Bangkok es la facilidad de desplazamiento en calles estrechas y callejones para transportar gente y mercancías, debido a su capacidad de carga de hasta una tonelada, pese al pequeño motor.
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| Tuk tuk solar (foto del fabricante) |
Los simpáticos tuk-tuks que tanto atraen al turista permiten mostrar la audacia de sus pasajeros ya que sus conductores son temerarios cuando se arrojan al tráfico citadino, de manera que nunca está de más sujetarse bien y llevar las mochilas y otras pertenencias agarradas a uno. Otra precaución que debe tomarse es la de preguntar el precio de la “dejada”, porque casi siempre se sorprende al usuario con cifras dos o cuatro veces superiores a las de un taxi común, sin la comodidad del aire acondicionado. Preguntar y negociar el precio, incluso a señas, es lo más recomendable para no tener que enfrentar una situación desagradable con el conductor, quien puede ser experto en Thai Boxing o alguna otra arte marcial oriental.
Otro riesgo es que le quieran llevar a comprar joyas o al sastre, donde le obligarán a gastar en cosas que no necesita.
Siempre será una grata experiencia subirse a un tuk-tuk, con amigos, la familia o hasta solo, tomarse varias fotos en él y sentirse libre en la ciudad, a pesar de ir oliendo los humos y vapores de otros vehículos, camiones, coches y motos. Pese al ruido de los motores, le llamará la atención una cosa: casi no se utiliza el claxon en este reino cortés y amable que siempre sorprende al extranjero.H
Correo: desdebangkok@gmail.com Tema: Viajes
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