miércoles, 17 de julio de 2013

Contra las minas

 Desde Bangkok



Publicado: Lunes, 8 de julio de 2013 - 12:17 am En: Imagen / Diario de Yucatán.

Por Jorge Luis Hidalgo Castellanos



Visto desde lejos, el elefante renqueaba un poco sin que en realidad se notara lo que le pasaba. Hacia unos meses que andando tranquilamente en la provincia de Tak, cerca de la frontera con Myanmar, había pisado una mina terrestre que al explotar casi le amputó una pata, de los cuartos delanteros.


Imagen: The Bangkok Post

Los veterinarios del hospital de la asociación Amigos de los Elefantes Asiáticos (FAE, por sus siglas en inglés) en Hang Chat, distrito de Lampang, después de varios casos similares –algunos con menos suerte- decidieron probar con la prótesis que junto con otros expertos diseñaron. Y funcionó, por lo menos el animal puede caminar y hacer su vida.

Las minas terrestres antipersonal afectan a todo el mundo. El Salvador en Centroamérica y Camboya y Laos en el sureste asiático con mayor intensidad pues son, el primero el país con más minas per cápita y el segundo el que más material y municiones sin explotar tiene en su territorio. 

En el afán de encontrar avenidas para brindar asistencia a las víctimas de las minas antipersonal, se llevó a cabo recientemente un evento en Bangkok, organizado por el gobierno tailandés con los auspicios de AusAID, la agencia de cooperación australiana y dentro del esquema de las Naciones Unidas. Con el largo título de “Simposium sobre el fomento de la cooperación y asistencia: construcción de sinergias para la implementación eficaz de la Convención sobre prohibición de las minas terrestres antipersonal”, los representantes de varios países, organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales (ONG) escucharon experiencias de asistencia y financiamiento en diversos países y regiones del mundo. Asimismo conversaron sobre las posibilidades de aumentar la cooperación, en sus diferentes esquemas –bilateral, triangular, sur-sur, etc.- y sobre todo la asistencia a las víctimas de las minas. Por cierto que el término “victimas” incluye a los familiares de quienes sufren por haber pisado una mina antipersonal, lo que multiplica exponencialmente su número.

El simposio tiene relación directa con la XI Reunión de los Estados Parte del Tratado sobre la Prohibición de las Minas Antipersonal o Convención de Ottawa que se celebró del 28 de noviembre al 2 de diciembre en Phnom Penh, capital de Camboya.  Recuerda también a Jesús Martínez y Tun Chananareth, salvadoreño y camboyano respectivamente, que sin piernas, como consecuencia de las minas antipersonal, participan activamente como parte de la ahora llamada sociedad civil en actividades que promuevan el desminado y la asistencia a las víctimas.

De 2,556.7 km² de hace pocos años, Tailandia se esforzó para limpiar su territorio pero aun tiene 540 km² con minas terrestres distribuidas en 18 provincias, en su mayoría fronterizas, como en la que el elefante fue atacado. Fue el primer miembro de la ANSEA en firmar la Convención de Ottawa y ratificarla en 1999, convirtiéndose en el estado parte 53 y estableciendo un Centro de Acción contra las Minas.

El simposium valoró la Convención de Ottawa de 1999 del que México forma parte y con el que está comprometido como miembros de la comunidad internacional aunque no haya sufrido las consecuencias de las minas antipersonal. Si algo ha hecho México es no haber fabricado, poseído o utilizado minas terrestre antipersonal. 

Además, complementariamente con la Convención de Ottawa, México da una singular atención a otro tratado, la Convención sobre los Derechos de la Personas con Discapacidad, y ello incluye el respeto de sus facultades y su rehabilitación, materia en la que México puede ofrecer asistencia no solo en América sino a todo el mundo.

En este momento todavía una tercera parte de los países del planeta continúan infectados con minas antipersonal terrestres y municiones o armamento sin explotar, todos enterrados casi  a flor de tierra o en los mares, potencialmente peligrosos para los habitantes de esas regiones y para los visitantes.

 La reunión de junio de 2013 en Bangkok tiene un fuerte significado. El sureste asiático es simbólico en la lucha contra las minas. Camboya, con miles de víctimas donde hace más de 20 años inició el movimiento contra las minas terrestres. Laos con millones de piezas de armamento sin explotar, que recibió desde el aire cuando se bombardeó a su vecino Viet Nam, apenas ha desactivado el 10%.


Tomada de The Bangkok Post

 Al igual que a las personas, algunos países, como Tailandia, tiene personas que dedican su tiempo y esfuerzos a la atención y rehabilitación de los elefantes mutilados por las minas antipersonal. Toda proporción guardada, los elefantes tailandeses, junto con venados, tapires, vacas, leones y otros animales en varios lugares del mundo comparten mucho con la mayoría de las víctimas de las minas terrestres antipersonal: no son sujetos activos de las partes beligerantes. No eran ni son soldados. En el caso de los humanos son gente común –y muchos niños- que se dirigía a sus labores, estaban trabajando en el campo o jugaban cuando tocaron la mina que les cambió o les destruyó la vida.

El mundo debe ser responsable, los países deben cooperar y los que han lucrado o utilizado las minas ser los que más asistencia y cooperación deben prestar aunque ya hayan hecho daño.H

Copyright 2013.   ©Hidalgo  Texto.
 
 
Artículo relacionado:  "Minas antipersonal: un asunto de todos".  19/dic./2011  Ver más en el blog.



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